Quesos

LA IMPORTANCIA DE LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN EN LA DEFENSA DEL TERRITORIO

A una Denominación de Origen no es el nombre lo que le hace diferente, es el Origen lo que le distingue y le hace diferente de los productos obtenidos en  otro lugar o con otras exigencias. Toda Denominación que cumple con sus fines se apoya en 3 pilares, y si falla uno de estos no es una Denominación de Origen, es otra cosa diferente.

El primer pilar es el Territorio, perfectamente delimitado, sin lugar a error o confusión, y este es irrepetible, no hay dos territorios iguales en el Mundo. Donde nos encontramos celebrando esta Jornada del ARTZAI EGUNA tenemos la cobertura de dos Denominaciones, la Denominación IDIAZABAL que abarca la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra,  a excepción  de  los 7 pueblos del Valle de Roncal donde se elaboran los quesos bajo la Denominación RONCAL.

El segundo pilar es el producto que se da dentro del Territorio, de forma natural y autóctono, que no se ha introducido de forma artificial y reciente. La razón de este segundo pilar para las Denominaciones que nos amparan es la oveja de raza latxa, la carranzana y la raza navarra de producción estacional, únicas en su especie, habitantes de esta tierra desde tiempo inmemorial, y con la leche que producen elaborada o transformada en su estado crudo se obtiene el producto final, los quesos con Denominación, únicos e irrepetibles.

El tercer pilar es el que al producto le imprime la cultura y la tradición ancestrales, milenarias en nuestra Región, únicas e irrepetibles, saliendo al mercado con los nombres registrados y protegidos por Europa internacionalmente.

Cualquier forma de hacernos ver un producto que en su presentación evoca marcas, colores, signos o cercanía a una Denominación de Origen con otros productos que no están certificados ni debidamente identificados son un fraude, en el que el CONSUMIDOR no puede callar y debe exigir que el producto este debidamente certificado.

La trazabilidad del producto se tiene que justificar desde los animales que componen el rebaño, hasta el último queso que sale al mercado sometidos a rigurosos controles y auditados por las autoridades competentes.

Dadas las características del producto y las exigencias que conlleva su elaboración, los quesos con Denominación de Origen ni pueden romper el mercado con sus precios ni pueden incrementar su producción de forma masiva, y su evolución siempre será paulatina con pequeños incrementos cada temporada.

El fin último de la Denominación de Origen a través de su Consejo Regulador es el de proteger el territorio que abarca, defender a todas las personas que apuestan y trabajan con los rebaños de ovejas latxas, que conllevan importantes connotaciones  sociales dentro de la ganadería de montaña, y garantizar al CONSUMIDOR la autenticidad y calidad de lo que compra con marcas y distintivos registrados.